La calidad de nuestros productos se basa en la mejora continua, la excelencia en la gestión y la satisfacción del cliente. Testeamos el producto durante todo el proceso productivo y de desarrollo tanto en nuestras estaciones especializadas como en auditorías externas, garantizando el cumplimiento de nuestros rigurosos estándares de calidad desde la entrada de la materia prima hasta el envío del producto final al cliente.
Todos nuestros productos son sometidos a exhaustivos controles de calidad, con el fin de asegurar la máxima calidad:
La adherencia de la pintura en los productos SHAD se evalúa a través de un test específico, que consiste en aplicar cortes de diferentes longitudes y distancias en la zona de la pintura que se desea estudiar. Posteriormente, se coloca una cinta adhesiva sobre el área tratada y se retira cuidadosamente para comprobar que la pintura no se desprenda ni se dañe. Este procedimiento garantiza que la pintura aplicada cumple con los estándares de calidad y adherencia necesarios para soportar las exigencias del uso diario en condiciones adversas.
El objetivo que se persigue es replicar las condiciones a las que se ve sometido una maleta durante la conducción en moto. Empleando un equipo especifico, se simulan las vibraciones y las fuerzas a las que se ve expuesta la maleta durante su uso. En cada test se somete a la maleta a más de 100 horas de vibraciones, tanto constantes como aleatorias, simulando diferentes condiciones de la carretera.
Este procedimiento permite conseguir un envejecimiento acelerado de la maleta, y así poder evaluar la resistencia frente a los efectos del movimiento y las vibraciones prolongadas, asegurando su durabilidad y fiabilidad en condiciones reales de uso.
Durante la prueba se aplica agua con diferentes presiones y ángulos sobre todos los puntos y componentes de la maleta, incluyendo los mecanismos de cierre y las juntas, para comprobar que no se filtre agua a través de ellos. También se tiene en cuenta la inclinación de la maleta cuando la moto está sobre el caballete, ya que, en esta posición, el comportamiento del agua puede variar y acumularse en ciertas áreas. Con este test se garantiza que, incluso en situaciones de acumulación, no se produzcan filtraciones, ofreciendo una adecuada protección contra la humedad, cumpliendo así con la certificación IP54K.
En esta prueba exponemos las maletas a condiciones adversas, para evaluar su resistencia frente a la acción del sol, la humedad y los cambios de temperatura.
Se somete a la maleta a ciclos de luz ultravioleta (UV) para simular la exposición prolongada al sol, así como para analizar posibles decoloraciones de piezas pintadas o sin pintar. También se verifica que la adherencia se mantenga dentro de valores correctos. Además, se realizan ciclos de variación térmica, alternando entre calor y frío, para comprobar que la maleta no sufra deformaciones ni contracciones, ni que aparezcan “burbujas” en las zonas pintadas. Este proceso garantiza que los productos sean duraderos, y que resistan las inclemencias del tiempo sin comprometer su apariencia ni funcionalidad.
El test de tracción tiene como objetivo evaluar la resistencia de dos elementos clave de la maleta: la tapa respecto a la base, y la base respecto a la parrilla de la moto.
Mediante esta prueba determinamos la carga máxima que cada modelo de maleta SHAD puede soportar de manera segura, certificando su estabilidad y resistencia durante la conducción.
En cada producción realizamos pruebas de impacto, con el fin de evaluar la resistencia de los materiales de las maletas ante los golpes y las tensiones del uso diario. Estas pruebas garantizan el cumplimiento de nuestros estándares internos de resistencia, para garantizar la durabilidad de nuestros productos.
La adherencia de la pintura en los productos SHAD se evalúa a través de un test específico, que consiste en aplicar cortes de diferentes longitudes y distancias en la zona de la pintura que se desea estudiar. Posteriormente, se coloca una cinta adhesiva sobre el área tratada y se retira cuidadosamente para comprobar que la pintura no se desprenda ni se dañe. Este procedimiento garantiza que la pintura aplicada cumple con los estándares de calidad y adherencia necesarios para soportar las exigencias del uso diario en condiciones adversas.
El objetivo que se persigue es replicar las condiciones a las que se ve sometido una maleta durante la conducción en moto. Empleando un equipo especifico, se simulan las vibraciones y las fuerzas a las que se ve expuesta la maleta durante su uso. En cada test se somete a la maleta a más de 100 horas de vibraciones, tanto constantes como aleatorias, simulando diferentes condiciones de la carretera.
Este procedimiento permite conseguir un envejecimiento acelerado de la maleta, y así poder evaluar la resistencia frente a los efectos del movimiento y las vibraciones prolongadas, asegurando su durabilidad y fiabilidad en condiciones reales de uso.
Durante la prueba se aplica agua con diferentes presiones y ángulos sobre todos los puntos y componentes de la maleta, incluyendo los mecanismos de cierre y las juntas, para comprobar que no se filtre agua a través de ellos. También se tiene en cuenta la inclinación de la maleta cuando la moto está sobre el caballete, ya que, en esta posición, el comportamiento del agua puede variar y acumularse en ciertas áreas. Con este test se garantiza que, incluso en situaciones de acumulación, no se produzcan filtraciones, ofreciendo una adecuada protección contra la humedad, cumpliendo así con la certificación IP54K.
En esta prueba exponemos las maletas a condiciones adversas, para evaluar su resistencia frente a la acción del sol, la humedad y los cambios de temperatura.
Se somete a la maleta a ciclos de luz ultravioleta (UV) para simular la exposición prolongada al sol, así como para analizar posibles decoloraciones de piezas pintadas o sin pintar. También se verifica que la adherencia se mantenga dentro de valores correctos. Además, se realizan ciclos de variación térmica, alternando entre calor y frío, para comprobar que la maleta no sufra deformaciones ni contracciones, ni que aparezcan “burbujas” en las zonas pintadas. Este proceso garantiza que los productos sean duraderos, y que resistan las inclemencias del tiempo sin comprometer su apariencia ni funcionalidad.
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